jueves, 25 de julio de 2013

Mis mierdas son fieles.

Y aquí estoy, sin ganas de nada. No quiero moverme. Estoy apalancada en el sillón, es pensar en moverme y desechar la idea automáticamente. No es gandulismo, solamente no tengo ánimos para hacerlo. Tengo una mala noche, como ayer, y antes de ayer... Mis ánimos están por los suelos y mi sensibilidad esta demasiado alta. He llorado por un libro que ni me gustaba, he querido que la chica se quedase con el hombre inocente pero que le negaba la libertad. Me he pasado veinte minutos asomada a la ventana, solo quería aspirar un poco de aire fresco, intentar que eso me despeje las ideas. ¿Hace falta que diga que no ha funcionado? Con las marcas de los hierros de la ventana en los brazos me he vuelto a sentar, sin prestar atención a nada, tocando de vez en cuando los moratones, apretando para que duela.
¿Dónde esta mi mente? Me gustaría saberlo. Solo logro pensar en lo borde que me he convertido, en lo distante que estoy, en todas las discusiones que tengo todas y cada una de las noches. Sinceramente me divierten. Todas las discusiones acaban con la misma conclusión, estoy demasiado irritable.
Y es que desde que paso nueve horas despierta me voy volviendo de mal humor, desde que el reloj da la una me voy volviendo más insoportable. Será porque es cuando el insomnio me ataca, cuando me impide dormir. ¿Qué estoy haciendo con mi vida? Me paso horas escribiendo, me paso noches enteras leyendo, ¿qué bien me hace eso? ¿para que me sirve? Solo leo para evadirme, para centrarme en una vida que no sea la mía, para relajarme y concentrarme en otra cosa que no sean mis mierdas. Entonces, ¿por qué escribo? No me evado, al contrarío, centro toda mi atención a mis mierdas, recuerdo todos y cada uno de mis problemas y no les pongo ninguna solución. No me sirve para absolutamente nada, solo puedo plasmarlo en un papel, solo sirve para que alguien a quién no le importe y haya llegado aquí por casualidad lea todas y cada una de mis mierdas. Por cierto, hola, espero que te entretenga saber que tú vida no es tan mierda comparada con la mía. 
Llevo dos noches intentando escribir esta mierda, no me apetece escribir, no me interesa hacerlo. Me bloqueo. Me distraigo, me siento vacía cuando lo hago. No le encuentro el bien que me puede hacer, mis mierdas van a seguir estando ahí, por mucho que escriba no van a desaparecer, son fieles. Quizás es que mis mierdas siempre serán mis mierdas, pero mis textos cuando los lees dejan de ser solo míos. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario