Otra noche sin dormir.

¿Por qué no te quedas, aunque sea como amigos?
Yo te prometí un para siempre,
¿por qué no lo cumplimos?
Dime por última vez que esa noche de noviembre
no quedará en el olvido. 

Tonterías sin sentido.

Y allí estaba yo, sentada en ese banco de siempre, pero esta vez sola. Me gusta imaginarte aquí, a mi lado, sacándome esas sonrisas tontas,  haciéndome cosquillas y mirando a las nubes a la vez que nos decíamos todos nuestros sueños, preocupaciones y un largo etc. Contigo no existía la vergüenza, ni el miedo, solo existía la alegría y la felicidad. Pero ahora no estás, y todo lo que me dabas ha desaparecido. No puedo hacer que vuelvas pero te quiero aquí, conmigo. 
Parece que estés aquí, escribiendo rap, o haciendo surf, parece que todavía estés a mi lado, pero no volverás. ¿Por qué te fuiste tú y no yo? ¿Por qué no dejaste que me despidiese como mínimo? ¿Por qué te fuiste y no me llevaste contigo? 

Un último aliento.

Y recibí el último puñetazo en el estomago, y justo cuando tuvo lugar el impacto, cuando note que se me fue el último aliento, justo en ese instante supe que era mi final, que no había servido de nada luchar con garras y dientes por salvarme, que había fracasado en la única cosa que intentaba conseguir de corazón...

El chico con el que me estaba peleando, al ver que no me levantaba fue a 'rematarme' pero oyó algo, algo que yo no podía oír y se fue corriendo ¿Qué sería? No puedo oír nada. No oí lo que el chaval decía cuando se dirigía hacía a mi con furia, pero seguro que sería un insulto, pero me da igual.

Veo de lo que corría el chico, Peter se llamaba creo. La policía. Seguro que lo llamo esa señora mayor que esta asomada en la ventana con aire de preocupación. Veo como se acerca la ambulancia, pero sigo sin oírla. Consigo alzar la mano y acercarla al oído, lo que suponía, esta lleno de sangre.
No sé porque todos tienen tanta prisa, todos quieren ayudarme, pero, yo estoy muy bien, no siento ningún dolor. Por el oído izquierdo oigo algo, aunque extrañamente bajo, ya que se nota que están gritando. Alcanzo oír un ''Todo saldrá bien chico''. ¿Acaso no saben que todo esta saliendo bien? Los médicos sacan el aparato que sirve para reanimar. Me están perdiendo, o eso dice el policía. No entiendo como a esta gente acostumbrada a ver desgracias todos los días, no deberían preocuparse tanto, deberían estar acostumbrados y no con esa cara de preocupación. Quizás sea porque soy un chico joven, o porque nunca se acostumbra a tantas desgracias.
Querría poder decirles que me dejen, que se vayan y que no hagan lo imposible, que ahora estoy bien.
Pero mi boca se niega a separar si quiera los labios para articular palabra. Será por la sangre que he perdido.
Tengo sueño, quiero dormir, pero ellos no quieren que cierre los ojos, pero lo voy a hacer igual. 

[Continuará] 

Arrepentimiento sin ningún remedio.

Tengo que hacerlo me decía una y otra vez, debo poner fin a todo, por nuestro bien. Aunque ahora puede que le duela, lo superará, Nayara es fuerte. Mientras que me repetía este mensaje llegue a donde habíamos quedado, en un parque cerca de nuestras casas. Allí estaba, guapísima como siempre... Pero no podía distraerme, tenía que romper con todo, por nuestro bien, y será mejor que no me ande con rodeos.


- Hola Daniel. 
+Nayara, esto ya no es igual. Es por muchas cosas, y no sé lo que quiero. Te quiero a ti, pero no como antes, siento que tu tampoco me quieres como antes, ya no es un amor incondicional... 
- No, no te quiero como antes, Daniel. No es un amor incondicional, sé que te quiero, pero también quiero espacio, tiempo para pensar, reflexionar. Quizás lo mejor sea cortar... 
+ Pensé que lucharías por lo nuestro, Já, que ingenuo soy. 
-Nada cambiaría  luchar... 
+ Lo podría cambiar todo ¿sabes? Quizás así notaría que no estas tan distante, que me quieres como antes, que lo nuestro no se derrumba, pero a ti no te importa nada de eso, estoy seguro. 
- ¿Cuando te has enterado de lo que me importa o no, Daniel? Que extraño me parece que ahora sepas lo que me importa o no, si nunca te has preocupado por eso.  
+ ¿¡Qué no me he preocupado!? Si siempre he sido yo el que te ha dado cariño, si siempre soy yo el que se preocupa por lo que es mejor para los dos, para ti. 
- ¿Y qué crees que es mejor para mi? ¿Estar con una persona a la que no le importo nada, eso es lo mejor? Yo diría que no, pero mi opinión nunca es bien recibida. 
+ No entiendo nada, ¿Qué no me importas? ¿Acaso no te lo he demostrado lo suficiente? ¡Siempre he estado ahí cuando lo necesitas! 
- No, siempre no, ¿Estabas ahí cuando me encontraba sola? No, tú estabas de fiesta con tus amigos, pero como te importo tanto, supongo que te habrás dado cuenta... 
+ Yo nunca he dicho nada sobre ese tío, ¿como se llamaba...? Ah, sí, Joel. ¿Cómo crees que me siento yo cuando tú te vas con el y las zorras de tus amigas al cine? 
- ¿Cómo puedes llamar zorras a mis amigas? ¿Te has molestado en mirar las tuyas o estabas demasiado ocupado creyéndote el centro de el mundo? Por que Natalia, sí, esa chica con la que te envías mensajes a todas horas, no se puede decir que sea una santa. 
+ Cada día te conozco menos, de verás, has cambiado. 
- Simplemente he dejado de ser lo que querías que sea. He empezado a ser yo misma. 
+ Pues tu 'nuevo' yo no creo que sea muy fiel, ni de fiar. 
- ¿Y eso que mas dará? ¿No empezaste la conversación con un ''esto ya no es igual''? Creo que ya todo se puede ir a la mierda por mi parte. 
+ ¿Me estás dejando, Nayara? Dilo claro, sin rodeos. 
- Yo no he dicho eso... 
+ Pero lo piensas, vamos, ¡dilo! No te cortes, si total, ¿qué más da?
- ¡Sí! Lo pienso. Pienso que ya nada es como antes, ya no eres tierno, ni romántico, ya no eres tú. Ni yo tampoco soy yo. No sé quién tiene la culpa, pero esto se ha roto, y no tiene arreglo... 
- Creo que este es un Adiós, bueno, un Hasta luego me gusta más. 
+ Creo que yo, por ahora, prefiero el Adiós. 
- Vale... pues Adiós Nayara. 
+ Siento que esto acabase como ha acabado, pero al fin y al cabo, no iba a tener otro final. Adiós Daniel. 
Al final conseguí lo que quería, pero no sé porque no me siento más feliz. Bueno, tiempo al tiempo. 

Se ha ido.

Tú, querida esperanza, ¿donde te has marchado? ¿Donde ha quedado ese atisbo de esperanza? Sí, ese que me decía que todo iba a salir bien, aunque fuese mentira. Se ha ido, lo suponía... ¿Pero porque? ¿ A donde?  y lo más importante, ¿Volverá? Mi pesimismo me dice que no, y creo que tiene razón, por mucho que me duela. ¿Porqué todo lo que me animaba se va? ¿Soy yo la culpable? Probablemente sí, ¿pero porqué? Yo no quiero que suceda, ¿O sí? Es todo tan confuso... Como odio la confusión...
Odio tantas cosas realmente, por ejemplo, las paranoias que escribo, como esta. No sirve de nada escribir, quizás debería dejar de hacerlo. 

Volver a las andadas.

He vuelto a llorar, sí, lo he hecho después de varios meses sin hacerlo, y todo por una puta promesa. No lloré porque me pasase algo en especial, sino por pura impotencia, por cruzar esa esquina y tener en frente a todos mis problemas, tener delante a todo eso de lo que estuve huyendo, no lo entiendo. ¿Cómo puedo ser tan débil? Creía ser una luchadora y no tengo ni idea. La idea de perder me desespera, y eso no me anima a ganar. ¿Qué me queda? No me tengo ni yo, que importará  lo demás...
Me debería conformar con estar viva, con tener un techo donde cobijarme y con tener un plato de comida, pero eso nunca me ha dado ningún tipo de consuelo, y ahora, tampoco lo hace. ¿Qué debo hacer? Tengo sueño, pero acostarme últimamente solo significa dar vueltas sobre un colchón mientras pienso en tantas tonterías que ni me deberían importar, pero me importan. ¿Quién se ofrece voluntario a guiarme por este camino oscuro? ¿Eres capaz de dar un poco de luz a mi vida? ¿De hacer que sonría sin tristeza? ¿De salvarme de esta tormenta en la que alguien esta condenada a morir? No, tú no eres capaz, ni siquiera yo lo soy. 

Sin un atisbo de cordura.

Que voy a hacer si escribir es mi pasión, pero sin inspiración mi vida se acaba, y cuando escribo mi vida se convierte en un calvario. Cada vez que escribo una simple palabra descubro que estoy más vacía, cada minuto que pasa pierdo algo, algo que me importaba, y que no volveré a recuperar. Intento aferrarme a eso que me da fuerzas, eso que me hace continuar, pero los días pasan, y con ellos mis ganas. En cada segundo me doy cuenta de que me aferro a la nada, a la oscuridad de mi ser, aunque debería huir de esa parte de mi, pero sé que es lo único que me mantiene con vida, y eso me fascina, a la vez que me aterra. Que confuso es todo... 

No hay diferencias.

Creí que eras diferente, que me querías, que no eras como los demás, que no tratabas así a todas, pero como siempre, me equivoco. Me tratas igual a mi que a las demás, pero yo me enamoro como una tonta. Joder, si es que soy gilipollas. Si es que no sé ni porque escribo sobre ti, ¿desahogo? No, las palabras no ayudan, solo hacen que recuerde. Me debería dar igual, pero no lo hace, joder vaya error. Pero que voy a hacer, es lo que hay, y lo hecho, hecho esta, y no se puede cambiar. 

Dímelo, por favor.

Hace justamente 9 días que no te conectas a ningún sitio. Tus últimas entradas del blog me preocupan, pero cuando las leí pensé que era por puro desahogo, pero ahora que hace varios días que no te conectas me hace pensar que quizás no sea por desahogo, sino porque era lo que deseabas hacer, y eso me da miedo.
Sé que no debería llamarte, que nuestra amistad se acabo hace ya más de un mes, pero, tengo que asegurarme que estas bien. Por favor, cógeme el teléfono.
Si lees esto, que espero... bueno, necesito que sí. No me abandones por favor, sé que no hablamos pero con saber que sigues ahí, que sigues vivo me da fuerzas. Por eso casi no lloro, porque gracias a ti me di cuenta que no vale la pena, aunque a veces no lo puedo evitar. Joder, sé que es tarde pero cógeme el teléfono. O no lo hagas, pero publica algo en el blog, o entra de desmotivaciones, o al whassap, o dame un toque, o un mensaje en el móvil o en el facebook, hazme saber que estas bien JC.
Dime que estas bien, por favor. Sé que quizás no me coges el teléfono porque no nos hablamos, o porque estás cenando, o durmiendo, pero algo en mi, mi parte negativa, me dice que quizás simplemente no estés. Ayúdame a decirle que se equivoca.
No me dejes sola por favor. No dejes que el mundo gane, no dejes que te pierda. Déjame ser egoísta, hazlo por mi, vive por mi, por favor, no dejes pudrirme en soledad, ya no quiero eso...
¿Sabes? Yo no me ------- por ti. No quería que te tuviesen que dar esa noticia. Yo no quiero que me la den, aunque estoy segura que nadie me la daría, pero no quiero sobrevivir con esta pregunta que me corroe.
¿Sigues hay JC? Dime que si, por favor.  

Paranoias diversas.

Dime que tengo que hacer para dejar de pensar, para dejar de comerme la cabeza y poderme acostar. ¿Qué estoy haciendo? ¿Qué hago a las 3 de la madrugada sentada en un sofá sin hacer nada? Me pregunto una y otra vez, pero sigo sin respuestas, ¿qué puedo hacer? Solo sueño, con nada en concreto, pero sé que mi mente no esta en este momento, y me desquicia no saber donde está. Espero que pasen los minutos con cada vez menos esperanza que con su ida yo vuelva a la realidad, pero pasan los minutos y yo sigo igual.
Seguiré esperando hasta caer rendida por el sueño o hasta que salga el sol, quizás en ese tiempo haya recuperado el sentido. Todavía me queda un poco de esperanza, no sé como puedo conservarla cuando no me aporta nada, pero la tengo. Tengo la esperanza de que pueda ser como antes, poder sonreír sin compromiso, poder tragarme el orgullo, poder ser feliz, aunque para mi esa palabra haya perdido todo significado, bueno, esas cosas son mayormente un sueño, uno de esos que no se cumplen.
Pero que mas da, si no tiene sentido nada de lo que digo, que mas da si pensar es mi mayor castigo, que mas da todo lo que espero, que mas da mi vida en general, si sé que este gris no se irá del panorama.
Todo lo que hago o deje de hacer será inútil y a nadie le importará, ni siquiera a mi, así que, creo que es mejor dejar de existir. 

Recuerdos.

Recuerdos alegres, recuerdos tristes, recuerdos felices, recuerdos deprimentes, recuerdos asquerosos, recuerdos dulces, recuerdos repletos de nostalgia... Recuerdos, ¿que somos sin ellos? No tendríamos historia si ellos no existiesen. Tus recuerdos son lo que eres ahora, y eso nadie lo debería olvidar. Si quieres que alguien conozca tu historia simplemente cuenta tus recuerdos. Creo que si no tienes recuerdos no eres nadie. ¿Quién eres sin recuerdos? No eres nada, los recuerdos es lo único que tienes, lo único que merece la pena conservar, todo lo demás, se irá. 

Oscuridad.

Con la edad que tengo puedo decir que tengo miedo de la oscuridad. No a la oscuridad en si, sino a lo que la oscuridad esconde, eso que mis ojos no alcanzan a ver. Siento pavor por lo que pudiese estar ahí escondido. Sé que es un miedo absurdo, porque lo es, pero no lo puedo evitar. Temo a lo desconocido, a lo que no puedo ver. A veces me gustaría poder adentrarme en la oscuridad y ser parte de los secretos que podría esconder, ser parte de algo que temo. Me gustaría ser un misterio para los demás, formar parte de esa oscuridad. Me gustaría ser tantas cosas, y luego, no soy nada.