Lágrimas surcan mi cara, el dolor atraviesa mi alma, me falta tiempo para joderme. Me destruyo, cada rayada es un clavo que se añade a mi tumba. Cada insulto es un cuchillo que se clava en mi interior. Y se esta muriendo. Mi interior está en las últimas, solo puedo decir 'no puedo más'. Todo me esta superando, son ataques de ansiedad, métodos de relajación que no son sanos. Voy y me rayo por un tío. Yo, la que las relaciones le parecen un aburrimiento, la tipa fría y dura que pasa del amor. Y duele ser yo la que se raya. Duele que seas tú el motivo por el que me rayo. Duele que nunca me haya pasado nada parecido con un tío, duele que me tenga que pasar contigo precisamente. Y no lo sabes. Y no lo sabrás nunca.
Todos me dicen que me aleje de ti, que te olvide pero no puedo. Es hablar contigo cinco minutos y sentirme bien, sentir que mi día ha merecido la pena. Es ver que te acuerdas de mi de vez en cuando y sonreír automáticamente, sentir que no me importa nada. Luego recuerdo que solo hemos hablado eso, cinco minutos, y se me va toda la alegría de golpe. Entonces recuerdo que nunca te acuerdas de mi, que siempre te hablo yo y me entra el bajón y acabo llorando.
Y todo me supera. No solo eres tú, son las mierdas que tengo por amigos, es mi poco amor propio, mi puta familia. Es un agobio constante, estrés, es aguantar todo sin ningún otro remedio.
Es ir a tu cuarto sin saber que no vas a poder estar sola, sabiendo que vendrán a decirte una puta cosa que no te interesa, sin poder estar tranquila durante una sola tarde. Necesito mi preciada soledad. Necesito una tarde sola, en mi cuarto, oyendo lo que quiero oír, sin ningún ser vivo a mi alrededor. Pero no queréis darme esa puta tarde. Todo y cada uno de los días entráis en mi cuarto sin permiso, sin esperar a que os diga que podéis pasar, nada. Solo entráis. Y me cansa esa puta mierda. Me cansan tantas discusiones. Me cansa que simplemente por opinar distinto que tú ya discutamos. Que no voy a hacer lo que te salga de los cojones tío, tengo personalidad y no soy para nada sumisa. No voy a darte la razón cuando no la tienes punto.
Estoy harta de que me manden, de que me traten como si tuviese cinco años, de repetir las cosas mil veces. Estoy harta de sentir que hablo para las paredes. Cansada de que a nadie le importe como estoy, cansada de que me vean como una niñata débil. Estoy cansada de toda esta puta mierda, de ti, de tus mentiras, de tus mierdas, de mis agobios, de mis rayadas. Estoy harta de mi y de que todos mis problemas se me empiecen a ir de las manos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario