sábado, 9 de marzo de 2013

Amor con pizcas de odio.

Y vuelvo a caer de nuevo. Es cerrar los ojos y pensar en ti, Ivan, chico, me tienes enamorada, por suerte o por desgracia. Lo odio, te odio por lo que me estas haciendo, odio tener esta puta sensación de dependencia, odio que al oír la palabra amor se me venga tu imagen a la mente, odio poner esa sonrisa tonta cuando me preguntan quien me gusta. Y es que odio pillarme por alguien, no quiero pillarme hacerlo, es taan... Doloroso. Y para enamorarme y sentir dolor, no quiero sentir nada. 
Pero luego veo tu sonrisa, y siento de todo menos dolor. Luego pienso en como es vivir esto en secreto, y vuelve la sensación de presión en el pecho, no quiero volver a pasar por eso. 
Pongo tu nombre por no sé si es por que he perdido la vergüenza y el miedo, o por que sé que no lo vas a ver, creo que es una manera de demostrarme que tengo un par para animarme a decírtelo, que pena que la psicología no funcione cuando me la hago yo misma, bueno, realmente, no funciona ni cuando alguien intenta hacerlo conmigo. Odio estas cosas, odio escribir casi todas mis entradas pensando en alguien. Odio mirar demasiado mi móvil esperando la llegada de un mensaje, pero nunca suena. Odio... odio estar haciendo esto. Odio estar escribiendo esta puta entrada, odio que tu nombre resuene en mi cabeza, supongo que en cierto sentido te odio. Pero, en comparación con lo que me gustas, no es nada. 

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