Vuelvo a pensar en ti.

Y vuelvo a las andadas. Son las tres de la mañana, como ruido de fondo esta Kaze cantando esa canción cursi de amor, eso no ayuda. Sigo pensando en que pasas de mi, en que yo me estoy comiendo la cabeza por lo 'nuestro' y tú, estás ahí, durmiendo, soñando con una que no soy yo. 
Quiero olvidarte, no puedo seguir así, ¿cuántas entradas llevo ya hablando sobre ti? Me canso de leerlas, me cansa ver si te conectas, debo de dejar de mirar tus fotos, de ver esa maravillosa sonrisa. Debo pensar en otra cosa. 
Pues eso, que aquí sigo, han pasado diez minutos desde que empece esta entrada, intento pensar en otra cosa, pero, siempre acabo hablando de ti, ¿qué más decir que no haya dicho ya? Diría que te quiero, pero ya es muy típico. 
He querido a tantos tíos en mi vida, pero, es que contigo me ha dado bastante fuerte. No es de esos te quiero que pones por cortesía, sino, porque lo sientes, te lo digo porque es lo que me pide el corazón, es pensar en ti, y que esas palabras se escriban solas. Ya. Tengo que parar joder, diría que te voy a olvidar pero te mentiría.

Despedidas amargas.

Han pasado 3 días, tres días en los que te has conectado cada uno de ellos, te he dado un margen para que me hables, para que me digas un simple hola, digamos que has sido un experimento, con el fin de saber si realmente te importo. Mi experimento ha finalizado y ha sido todo un éxito  sé la respuesta, no me gusta, pero sabía los riesgos que corría al hacerlo. 
He incumplido mi promesa, te estoy enviando otro mensaje privado, aunque, en realidad las promesas desde esos 'te prometo que te querré siempre' de mis anteriores relaciones, tienen poco valor para mi. Te escribo no para decirte que te echo de menos, sino para decirte Adiós. Me tiembla la mano. Me cuesta escribir... Ha pasado más de una hora desde que empece a escribir esto, quería despejarme, el aire frío por una vez lo consiguió. 
He tenido tiempo para pensar, y creo, que sabiendo el resultado de mi experimento lo mejor es olvidarte. Tan solo el hecho de escribirlo duele, saber que te va a dar igual, lo hace aún más doloroso. Pero ya lo he echo antes, es cuestión de tiempo. Quizás vuelva por un tiempo a ser esa chica que besa a cabrones en busca de algún entretenimiento, nunca me ha disgustado esa chica. 
Busco mirando al techo la fuerza para enviar este mensaje, para decirte que te voy a olvidar. No la encuentro. Duele. Paro cada minuto para mirar a otro lado, resignada, al fin y al cabo, aunque lo haya negado cientos de veces, sí, estoy algo enamorada de ti. Será que siempre me han gustado los amores imposibles, los chicos perfectos con aires de príncipe, y tú, tú eres uno de ellos. 
Se esta alargando demasiado esta carta de despedida, y como todas  las cartas, esta también termina con la palabra más fría que existe, un Adiós. 

PD: Lo siento, no puedo resistirme, Te quiero. 

Pensamientos que ni leo.

Autodestrucción. Eso es lo que hace mi cerebro al pensar. Son todo recuerdos del pasado, experimentos que llevo acabo, mentiras que me digo por no aceptar la realidad. Supongo, que a veces, son cosas que pasan. 
Pongo la música alta, no quiero seguir pensando, no quiero preguntarme que pasaría si..., como actuaría si dice..., pero fallo. Sigo pensando, pero ahora con banda sonora, intento cantar, intento animarme, pero nada funciona, me olvido de las letras y se me traba la lengua, putos nervios. Pienso en si te gusto, en si realmente estas interesado en mi, dos letras salen en mi cabeza, dándome la negativa, siempre me doy ánimos. Si es que, hasta mis sueños me lo dicen, y mis sueños, en temas amorosos, nunca me han fallado. 
Me duele darme cuenta que he soñado contigo cuando no me importas, o al menos eso era lo que yo me decía. Ya son dos noches en las que mientras duermo irrumpes en mis pensamientos, eso no es justo. Cuanto deseo aparecer, aunque sea dos segundos en los tuyos, pero sé, que eso es imposible. 
Sigo imaginándome contigo, no debo hacerlo, pero no puedo parar, es imaginar esa sonrisa tuya, o ese pelo, o... todo, aunque intente no admitirlo, eres perfecto. Si hubiese algo entre nosotros, que no lo hay, no saldría bien, es algo que tengo asumido. 

Insumisos

Han venido otra vez, lo sé por sus escandalosas sirenas. Vuelven a gritarnos que salgamos, vuelven a intentar entrar, pero no pueden, estamos preparados, siempre lo estamos. Esto se está convirtiendo en rutina. Probablemente hoy, con la protección de la oscuridad volverán a intentarlo. Volverán a fallar. 
Han venido con los medios de comunicación, nos tratan como siempre. Siempre somos nosotros los malos, somos los antisistema, los rebeldes que asustan a sus hijos, somos los ocupas que se encierran ilegalmente en un piso que lleva vacío años. Nunca somos esas personas que han desahuciado, los que han echado de su casa como agua sucia, no, somos siempre unos monstruos. Como desearía ver a uno de esos maderos muertos. Parece que no tengan sentimientos, ni familias a las que cuidar. Tan solo parecen unos robots con porras que se divierten pegando a gente inocente, son las marionetas del gobierno. Pero a pesar de todos los moratones que tenemos, a pesar de todos esos insultos que recibimos de gente por la calle, también tenemos el apoyo de personas que no nos juzgan. Por eso no nos vamos a rendir, este sistema caerá. 
Continuará... 

Pasando de todo.

Escribo sobre amor, pero no quiero sentirlo. Me has correspondido, pero ahora tengo dudas. Odio tus respuestas, tus jijiji son estresantes  No quiero enamorarme, y lo estoy haciendo, te gusto, pero yo siento más que tu, y eso... Eso duele.
Estoy hablando de palabras mayores, hablo de que me estas enamorando, y eso que no somos nada, y odio eso. Odio el jodido amor. Decido que no voy a enamorarme, pero aún así sigo escribiendote mensajes, ¿y si paso de ti y me olvido de todo? Es una opción bastante valida si lo pienso detenidamente. Pero, ¿podría soportarlo? ¿Podría apartarme de ti tan solo por una puta inseguridad? ¿Debo o no debo? No lo sé. Por mucho que busco una respuesta que me complazca no la encuentro. Joder, ¿qué debo hacer?
No encuentro una respuesta. Por lo pronto, voy a dejar de preguntarme cosas, voy disfrutar del momento, pero, no me voy a enamorar, eso seguro. 

Cosas que no se acaban.

Palabras que duelen, pensamientos propios que te revientan, abejas asesinas agujereando la tripa, son un cumulo de cosas con las que no puedo vivir. Quiero que se acabe todo ya, no soporto tanta indecisión, o me enamoro o no lo hago, pero esta incógnita no, que me esta matando.
Son noches que me paso hasta las tantas intentando aclarar mis sentimientos, intentando tomar una decisión que me agrade. Son noches hasta las tantas pensando en ti. Y eso me mata, es esa sensación de dependencia lo que odio. Y es que ya hace un tiempo que no busco enamorarme, busco un novio con el que durar algo, pero no del que quiero enamorarme. Solo quiero divertirme, estar con una persona, pero sin tener que sentir esa sensación de dependencia, no quiero más.
Esto no entraba en mis planes, ¿cuantas entradas llevo ya pensando en ti? Esto tiene que acabar, o te lo digo, o te olvido, o dejo de escribir. Lo más fácil es dejar de escribir entradas del amor, si total, es una mierda. Tanto mis entradas como el amor. 

Amor con pizcas de odio.

Y vuelvo a caer de nuevo. Es cerrar los ojos y pensar en ti, Ivan, chico, me tienes enamorada, por suerte o por desgracia. Lo odio, te odio por lo que me estas haciendo, odio tener esta puta sensación de dependencia, odio que al oír la palabra amor se me venga tu imagen a la mente, odio poner esa sonrisa tonta cuando me preguntan quien me gusta. Y es que odio pillarme por alguien, no quiero pillarme hacerlo, es taan... Doloroso. Y para enamorarme y sentir dolor, no quiero sentir nada. 
Pero luego veo tu sonrisa, y siento de todo menos dolor. Luego pienso en como es vivir esto en secreto, y vuelve la sensación de presión en el pecho, no quiero volver a pasar por eso. 
Pongo tu nombre por no sé si es por que he perdido la vergüenza y el miedo, o por que sé que no lo vas a ver, creo que es una manera de demostrarme que tengo un par para animarme a decírtelo, que pena que la psicología no funcione cuando me la hago yo misma, bueno, realmente, no funciona ni cuando alguien intenta hacerlo conmigo. Odio estas cosas, odio escribir casi todas mis entradas pensando en alguien. Odio mirar demasiado mi móvil esperando la llegada de un mensaje, pero nunca suena. Odio... odio estar haciendo esto. Odio estar escribiendo esta puta entrada, odio que tu nombre resuene en mi cabeza, supongo que en cierto sentido te odio. Pero, en comparación con lo que me gustas, no es nada. 

Textos con dedicatorIa

Y aquí estoy, esperando. Esperando un mensaje, un hola, un algo. Estoy intentando disfrazar los sentimientos, intentar no pensar en nada, liberarme. 
Escribo con tu nombre retumbando en mi mente, intento hacerlo sin dedicatoria, pero nunca me funciona. 
Tan solo busco la perfección en mis textos, no en las personas, pero, entonces, como siempre, viene alguien perfecto, y ese alguien eres tú. Que pena que esto no sea una película, o un libro romántico de eso que me gustan tanto, probablemente tu y yo, solo seamos esto, una entrada en un blog cutre de una autora pillada por ti y con escasez de imaginación. 
Llegaste y te fuiste ganando un espacio vital en mi interior, te fuiste adentrando en mi mente, incluyéndote en mis pensamientos sin pedirme permiso, me has quitado tiempo en mi vida pensando en ti. Me ganaste a base de rap, bromas y gorras, también con mentiras de esas que ilusionan, pero, yo soy la que me miente. 
¿Por qué tuviste que aparecer en mi vida? Yo me divertía tonteando con todos, siendo novia de tíos que no me interesan, pero, entonces llegaste tú y lo descolocaste todo. Miro todo el día en el chat para haber si te conectas y poder charlar. Todos me dicen que me lance, pero nadie cae en la cuenta de el daño que produce el rechazo. Y es que duele que te digan que no cuando te estas pillando, pero más duele quedarse esperando a que me digas algo. 

Sensaciones indescriptibles.

Y en ese momento fue cuando me di cuenta. Estabas allí, te mire, me miraste, en ese momento en el que vi tus preciosos ojos marrones posando tu mirada sobre la mía, justamente en ese instante sentí cosas, cosas maravillosas, sensaciones que no sabía que existían, en ese segundo tan solo pensé en que quería experimentar esa sensación durante el resto de mi vida. 

Desilusión como forma de vida.

Me late el corazón. Muy rápido. Estoy acurrucada mirando el móvil y tapada completamente con la manta, eso es mala señal, no me puede estar pasando esto a mi. Pero, por otra parte, joder, ¡Esta celoso! ¡Lo ha admitido! Y todo por un sueño. Dios, ¿le gusto? ¿no le gusto? 
¿Pero que hago? ¿qué hago reprimiendo una sonrisa contra la almohada? No, no me puede estar pasando esto a mi, no me puedo estar... No.
Y entonces, pum! desilusión. Todo se rompe, estabas en una nube, pero te caíste. Te ilusicionaste, arriesgaste y perdiste. Lo dijo por decir. Declaraciones de las que te arrepientes, ''jajajajaja'' enmascarando el dolor, insultos que salen de tus labios con un claro destinatario. El señor Arrepentimiento llena tu ser, pero siempre hay hueco para el odio, él siempre estará presente, ¿por qué no sacar a pasear el rencor?
 Y entonces empiezas, empiezas a joderlo todo como nunca lo habías hecho, sacas todo, absolutamente todo. Te das cuenta de lo que estas haciendo, que estas perdiendo cualquier posibilidad que tenías, pero, ¿qué mas da? Lo dijo por decir, era un juego, un simple juego. Empiezas a insultarle, gilipollas es su mote, le dices todo, absolutamente todo, incluso lo que sientes. Le dices que te gusta, que te gusta mucho, no esperas a saber si le importa o no, le insultas, quieres ofenderle, y en eso, eres una experta, quieres verle sufrir, quieres que pase por lo mismo que tú. Te conviertes en un ser cruel, te conviertes en lo que han hecho de ti.