jueves, 26 de diciembre de 2013

No duele, arde.

Furia, furia y más furia, no hay nada más en mi interior. Tía, que voy bien, que no me molesta. Los cojones. Estoy hasta los putos ovarios de toda esta mierda. Estoy enfadada con el mundo por no enfadarme contigo, por saber que con quien me tengo que enfadar es conmigo misma. Quieres gritar, correr, quedarte sin aliento de alguna forma u otra, esperar que eso te deje vacía sin nada dentro, ni dolor, ni amor, ni rabia ni este puto rencor que te esta consumiendo a velocidades increíbles. Me bloqueo. Tanto caos en mi interior pasa factura también fuera. Me hablan, dicen algo que me debería resultar gracioso, me río, sueno tan hueca que me da miedo. Sólo pienso en el odio. Odio es lo que recorre mis venas, infectando mi interior del disfrute de las discusiones, haciendo que situaciones en las que debería llorar me parta de risa, disfrutando de hacer daño, de que las personas me odien. Así sienten lo mismo que yo. 
Sí tía, estoy enfadada. Te he dicho que no me importa, que no tiene importancia, que lo entiendo todo pero no, joder, no. Llevo desde que me lo dijiste mentalizandome para lo que iba a pasar, para que no doliese tanto pero, es que no duele, arde. Que no te puedo culpar, lo sé, yo hubiese hecho lo mismo pero eso no implique que me duela, que me queme. Estoy ardiendo. Mi mente parece que le estén prendiendo fuego, todo se va convirtiendo en cenizas después de varios gritos. Enfado. Rabia. Furia. Rencor. Odio. Asco. Mierda, todo eso es mierda, es lo que siento a diario, mi mierda rutinaria. Y tú has hecho que se incrementen hasta límites insospechados. Enhorabuena. 
No me puedo enfadar contigo, pero sí con el mundo, sin motivo, pero mejor pagarlo con ellos. Pero, ¡que coño!, tía, estoy enfadada con tu puta actitud. ¡Qué me duele coño! Tú eres de las únicas que sabe lo que hay, y me lo dices así, tan feliz como si me debiese alegrar por ti. Los ovarios tía, los ovarios. Y he de pretender no enfadarme porque, debería alegrarme por ti. Tócate los huevos. Me enfado porque puedo, porque me parece hasta rastrero no hacerlo. Para que mentir. 
Estoy enfadada con ella, con él, conmigo y con todo ser que pase por delante. Me encanta hacer amigos. Voy despotricando por ahí, esperando ya el amanecer para arrepentirme de todo lo dicho, pero, que me la suda chica, me la suda. Todo me la suda cuando estoy enfadada e intento comportarme como sí lo estuviese todo el tiempo. Me encanta. Paso de tus putos 'Gracias por no enfadarte', ag, te juro que o reviento algo o me reviento, aunque siempre ha sido lo mismo. 
Soy una puta bomba de relojería a punto de estallar. Aléjate. No me importa quien seas, si vienes en son de paz yo estaré pidiendo guerra, querer reventar bocas ya es una manía, apagar el móvil cuando me hablas. No tiene sentido, lo sé y me la suda. Esta puta entrada en sí no tiene sentido y me la vuelve a sudar. 
¿No tenéis nada que hacer con vuestras putas vidas que estáis leyendo a una que escribe por no joderse la suya? Joder, esta noche todo arde. 

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