martes, 17 de septiembre de 2013

Palabras que no sirven para nada.

Impotencia. Eso es lo que siento, a parte de la furia y el dolor habitual, la impotencia es nueva. Me siento desprotegida. Son demasiados bajones, es sangre en mis páginas, son muchas promesas incumplidas, así que que más da tres que cuatro. Lo que esta roto, está roto, no lo recuperarás. Yo estoy rota. Llevo rota años, por mucho que quieras, por mucho que yo quiera eso ya no cambia. Es mi vida, me jode estar así pero te vas acostumbrando. Es mi ruina, y con el tiempo vas viendo su encanto, aunque ese encanto te acabe devorando. Vivo a mi bola, no hay nada que me pueda controlar ni hacer que me suelte. Soy cerrada. No voy a cambiarlo. No intentes que te cuente mis bajones, ni mis problemas, ni mi vida, yo no soy así y por si no os había quedado claro... No necesito ayuda. No intentéis darme consejo, no los quiero. No intentéis animarme, paso de vosotros. No intentéis cambiar mi opinión hacía la vida o hacía mi misma, perdéis el tiempo. 
No quiero tus putos consejos, es mi ruina. No te necesito, no necesito nadie. Yo sola puedo con todo, déjame que cargue el mundo sobre mis hombros, algo útil tengo que hacer. Que no este bien no significa que necesite tú ayuda, que quede claro. No quiero oír más 'no estés de bajón tía, tú no te mereces estar así'. Yo sé lo que me merezco. Yo sé como debo o no debo estar, no me toquéis los ovarios. Y sí, sé que solo pretendéis ayudar pero, silencio. Preocupaos por lo que tenéis delante y a mi dejadme con mis cosas. Que ya lo he dicho, yo puedo con todo. O quizás no pueda ni conmigo misma. 

Y suena esa puta canción. Sí, esa canción que significo que todo estaba acabado. Ahora mismo suena en mis cascos, reventándome los oídos, destrozando lo que quedaba de mi. Pero no la quito. Soy así de destructiva. Y duele, todo me destroza, supongo que son las consecuencias de ver como tú ilusión se ahoga en un mar de penas. Todo te abandona, por no creer no crees ni en ti, solo quieres salir de todo esto, volar por encima de ese suelo gris. No más sangre en mis rodillas, no más sonrisas escondidas, no más llantos ahogados en la almohada. No más nada. 
Voy a cambiar. JAJAJA. ¿A quién coño quiero engañar? Siempre, siempre pronuncio las mismas palabras y mira, de nada ha servido. Soy tan gilipollas que no sirvo ni para cambiar. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario