viernes, 26 de abril de 2013

De vuelta a las andadas.

Vuelvo a las andadas. -No, no me he vuelto a enamorar.- Vuelvo a mis días grises, a mis malas caras. Vuelvo a estar enfadada por nada, vuelvo con mis lágrimas reprimidas y a los 'no me pasa nada, mama'. ¿Qué por qué? Pues porque ya me he cansado. Toda persona tiene un límite, y a pesar de que el mio ya se había pasado, seguí caminando. Seguí aguantando críticas, aguantando reproches, seguí oyendo mentiras de los que me importan. Fui yo la que continué con esas amistades a pesar de todas esas promesas rotas, a pesar de todas las decepciones que me causaron. Fui yo la que seguí con mi silencio por no contestar mal, fue a mi a quién fallaron todos esos en los que confíe. Y, soy yo la que estoy harta.
Es por vuestra puta culpa por lo que estoy mal. Es por vuestra puta culpa por el que me vuelvo a defraudar. Y sí, estoy enfadada. Y si no te hablo no me preguntes el porque. Y si ni siquiera te miró no me vuelvas a dar ningún reproche, eres tú la que me has fallado, no fui yo.
¿Se nota que he vuelto no? Vuelvo a mis días de bajón indefinido, vuelvo a mis días de frío eterno aunque estemos en Abril, vuelvo a teñir todo de gris con toques de irá. Y es que el cansancio me puede, y cuando estoy cansada, también estoy de mal humor, son malas contestaciones, miradas llenas de odio y suspiros repletos de impotencia.
Vuelvo a las andadas. Vuelvo a vivir todo aquello que ya he pasado. Tendré que volver a superarlo.

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