Me siento mal. Muy mal. Que por mi culpa otra persona que me importa se sienta mal, me jode, y mucho. Me jode que me haya mentido, que me haya mentido en mi cara. Me jode que no haya sido capaz de decírmelo, de sincerarse, de confiar en mi. Y me jode porque eso significa que le he dado motivos para desconfiar de mi. Me jode demasiado. Me molesta que le haya contado a terceras personas lo que le daba miedo y a mi no. Me molesta mucho. Me quedo con la duda de que si me ha mentido en otra cosa. Sé que he dicho que borrón y cuenta nueva, pero, joder, cuesta. Cuesta porque es una cosa importante. Pero, bueno, estaré ahí cuando me necesite. Lo que tiene la amistad.
-Hace 12 días.-
Han pasado 12 largos días. La tensión se puede cortar en el ambiente. Digo que estaré hay para todo, pero te dirijo la palabra lo menos posible. Soy una mala amiga, lo sé. Sé que de todos, soy la que más me estoy distanciado, pero también soy la que más le ha jodido todo esos rollos. Sé que soy seca cuando hablo contigo, pero, es que no puedo evitarlo. Últimamente soy más cabrona, con todos, me doy cuenta. Soy consciente de todas y cada una de pullas que lanzo cuando hablo, pero, es que no puedo silenciarme. Quizás es que me guste perder a los que tengo cerca, o quizás es que me guste joderme, o es que no pienso.
Voy mal, los amores me destrozan, y eso me da ganas de destrozar todo lo demás. Voy a echarle la culpa a esta mala racha.
Me voy del tema, lo sé. Pero es que no me sé expresar, ni escribiendo ya es decir.
El problema es que no sé si quiero seguir teniendo ese contacto, el problema es que no sé si puedo volver a fiarme de ti. Es que no sé si quiero hacerlo. Quizás este siendo injusta, pero, el mundo es así y nadie se queja. Voy a dejar de comerme la cabeza, que ya me duele.
En definitiva, soy mala amiga, y a pesar de que puedo, no creo que lo vaya a cambiar.
martes, 30 de abril de 2013
domingo, 28 de abril de 2013
Repitiendo historias.
Decepciones. ¿Cuántas veces te han decepcionado? A mi demasiadas. Pero vuelvo a confiar y me vuelven a destrozar, pero, ya estoy cansada de siempre la misma historia. Paso de perdonar a las personas que un día me dañaron, paso de que las cosas vuelvan a repetirse. Voy a renacer de mis cenizas, no voy a volver a confiar, y no os podréis quejar, me habré convertido en lo que me habéis echo.
Estoy hasta los putos ovarios de gente como tú tía, estoy hasta los ovarios de tus tonterías, de tus mentiras y luego de tus arrepentimientos, que por cierto, no sirven para nada. Porque por mucho que te haya dicho que daba igual, es mentira. Me ha jodido de una manera impresionante. Y ten por seguro, que no se me olvidará.
Eras de mis mejores compañías, y ahora por no tener, no tengo ni ganas de verte, es acercarte y subir el volumen. Contigo las miradas brillan por su ausencia, las palabras están repletas de tensión y lo que más abunda, es el silencio.
Mejor no digas nada, podría estallar. Algún día podría gritarte y herirte, es por eso por lo que no te hablo, por no hacer daño. Aunque me gustaría hacértelo.
Se me va de las manos. La tristeza y la irá se apodera también de mis textos. Las palabras 'estoy cansada de todo' retumban en mi mente, no se callan ni un puto segundo. Hago como si las ignoro, pero no puedo hacerlo. Es lo que me pasa contigo, intento que no me importe, pero si lo hace.
Antes de seguir desvariando, creo que es hora de irme a dormir. Pero no antes si decirte eso que quiero gritar...
'Paso de tí, gilipollas'.
Estoy hasta los putos ovarios de gente como tú tía, estoy hasta los ovarios de tus tonterías, de tus mentiras y luego de tus arrepentimientos, que por cierto, no sirven para nada. Porque por mucho que te haya dicho que daba igual, es mentira. Me ha jodido de una manera impresionante. Y ten por seguro, que no se me olvidará.
Eras de mis mejores compañías, y ahora por no tener, no tengo ni ganas de verte, es acercarte y subir el volumen. Contigo las miradas brillan por su ausencia, las palabras están repletas de tensión y lo que más abunda, es el silencio.
Mejor no digas nada, podría estallar. Algún día podría gritarte y herirte, es por eso por lo que no te hablo, por no hacer daño. Aunque me gustaría hacértelo.
Se me va de las manos. La tristeza y la irá se apodera también de mis textos. Las palabras 'estoy cansada de todo' retumban en mi mente, no se callan ni un puto segundo. Hago como si las ignoro, pero no puedo hacerlo. Es lo que me pasa contigo, intento que no me importe, pero si lo hace.
Antes de seguir desvariando, creo que es hora de irme a dormir. Pero no antes si decirte eso que quiero gritar...
'Paso de tí, gilipollas'.
viernes, 26 de abril de 2013
Recuerdos que han desaparecido.
Fue allí en busca de un encuentro que pareciese casual, que quizás y solo quizás, pudiese reavivar la llama de su amor. Fue a aquella plaza donde se conocieron, allí surgió la primera mirada capaz derretir a cualquiera, el primer beso, el primer te quiero... todo había pasado allí, ese lugar era especial.
Decidida y después de una larga caminata llego allí, recorrió todo el lugar en una rápida pasada con la mirada, sin buscar detalles, solo a él. No lo encontró a la primera, ni a la segunda, ni a la tercera... simplemente no lo encontró. Resignada no pudo hacer otra cosa, después de esperar un buen rato, que irse, pero con la decisión de volver al día siguiente.
Volvió al día siguiente, y al siguiente, y al otro... pero no apareció, era como si hubiese desaparecido de la faz de la tierra. Cuando estaba decidida a irse para no volver más, vio su gorro, su sonrisa encantadora, y a ella también. Él la estaba sonriendo, estaba haciendo lo que le hacía a ella, la miraba de la misma forma, de forma especial, y ella, caía ante sus encantos, igual que había hecho ella tiempo atrás. ¿Estaría enamorado de ella?
Sin poder creerlo camino sin rumbo fijo, se mezclo entre la multitud, recorrió calles que nunca había visto, miraba al cielo en busca de algo que le diese una pizca de fuerza, y de esperanza también, ¿por qué no? Pero por mucho que miraba, no lo encontró. ¿Cómo podía estar enamorado de otra? ¿Es que ya no se acordaba de ella?
Decidida y después de una larga caminata llego allí, recorrió todo el lugar en una rápida pasada con la mirada, sin buscar detalles, solo a él. No lo encontró a la primera, ni a la segunda, ni a la tercera... simplemente no lo encontró. Resignada no pudo hacer otra cosa, después de esperar un buen rato, que irse, pero con la decisión de volver al día siguiente.
Volvió al día siguiente, y al siguiente, y al otro... pero no apareció, era como si hubiese desaparecido de la faz de la tierra. Cuando estaba decidida a irse para no volver más, vio su gorro, su sonrisa encantadora, y a ella también. Él la estaba sonriendo, estaba haciendo lo que le hacía a ella, la miraba de la misma forma, de forma especial, y ella, caía ante sus encantos, igual que había hecho ella tiempo atrás. ¿Estaría enamorado de ella?
Sin poder creerlo camino sin rumbo fijo, se mezclo entre la multitud, recorrió calles que nunca había visto, miraba al cielo en busca de algo que le diese una pizca de fuerza, y de esperanza también, ¿por qué no? Pero por mucho que miraba, no lo encontró. ¿Cómo podía estar enamorado de otra? ¿Es que ya no se acordaba de ella?
De vuelta a las andadas.
Vuelvo a las andadas. -No, no me he vuelto a enamorar.- Vuelvo a mis días grises, a mis malas caras. Vuelvo a estar enfadada por nada, vuelvo con mis lágrimas reprimidas y a los 'no me pasa nada, mama'. ¿Qué por qué? Pues porque ya me he cansado. Toda persona tiene un límite, y a pesar de que el mio ya se había pasado, seguí caminando. Seguí aguantando críticas, aguantando reproches, seguí oyendo mentiras de los que me importan. Fui yo la que continué con esas amistades a pesar de todas esas promesas rotas, a pesar de todas las decepciones que me causaron. Fui yo la que seguí con mi silencio por no contestar mal, fue a mi a quién fallaron todos esos en los que confíe. Y, soy yo la que estoy harta.
Es por vuestra puta culpa por lo que estoy mal. Es por vuestra puta culpa por el que me vuelvo a defraudar. Y sí, estoy enfadada. Y si no te hablo no me preguntes el porque. Y si ni siquiera te miró no me vuelvas a dar ningún reproche, eres tú la que me has fallado, no fui yo.
¿Se nota que he vuelto no? Vuelvo a mis días de bajón indefinido, vuelvo a mis días de frío eterno aunque estemos en Abril, vuelvo a teñir todo de gris con toques de irá. Y es que el cansancio me puede, y cuando estoy cansada, también estoy de mal humor, son malas contestaciones, miradas llenas de odio y suspiros repletos de impotencia.
Vuelvo a las andadas. Vuelvo a vivir todo aquello que ya he pasado. Tendré que volver a superarlo.
Es por vuestra puta culpa por lo que estoy mal. Es por vuestra puta culpa por el que me vuelvo a defraudar. Y sí, estoy enfadada. Y si no te hablo no me preguntes el porque. Y si ni siquiera te miró no me vuelvas a dar ningún reproche, eres tú la que me has fallado, no fui yo.
¿Se nota que he vuelto no? Vuelvo a mis días de bajón indefinido, vuelvo a mis días de frío eterno aunque estemos en Abril, vuelvo a teñir todo de gris con toques de irá. Y es que el cansancio me puede, y cuando estoy cansada, también estoy de mal humor, son malas contestaciones, miradas llenas de odio y suspiros repletos de impotencia.
Vuelvo a las andadas. Vuelvo a vivir todo aquello que ya he pasado. Tendré que volver a superarlo.
domingo, 14 de abril de 2013
Despedidas amargas.
Buenas Noches.
Esto se me da fatal. No me gusta escribir mis decisiones. Al menos cuando no las tengo claras.
Tengo que advertirte que esto no es una carta de amor, ni una para darte las gracias por algo, esto es una carta de despedida.
Las odio, y sobre todo esta. Duele. Te tengo que olvidar, no voy a esperar más a ver si pasa algo, me he cansado de esperar. Intento olvidarte, intento no mirar más a ver si estas conectado en el chat, no, eso se ha acabado. He hecho lo que he podido, si no ha ido a más, no es por que yo no haya querido.
No me puedo despedir sin decirte antes todo lo que siento, así que, hay va.
Me gustas. Ya te lo he dicho. Todavía me gustas, y bastante. ¿Qué por qué me gustas?
Porque me has hecho sentir mucho en muy poco tiempo, sin apenas hablar y sin que seamos nada. Me gustas porque me sacas sonrisas con tonterías, porque me late el corazón a una velocidad increíble con un simple 'Hola'. Me gustas a pesar de que odio tus jijiji, me gustas a pesar de que la mayoría del tiempo me ignores. Me gustan tus gorras, tus aficiones, tus rap, tu pelo, me gustas al completo chico.
Te cuelas en mis pensamientos sin quererlo, me provocas sonrisas recordando tus palabras, por estar, estas hasta en mis sueños, en mis fantasías, y también en mis paranoias, te has adentrado en mi mundo, chico.
No sé como he llegado a este punto, me gustas demasiado. Has sobrepasado los límites que he impuesto.
Cuando hablo contigo me siento en una nube, no puedo parar de sonreír. Se me encoge el estomago y me olvido de respirar, cuando hablo contigo, me siento genial.
Cuando hablo contigo, rozo la felicidad, incluso cuando te despides, siento que puedo volar.
En cambio, ahora, estoy fatal. Mientras escribo esto miro en el tuenti a ver si estas. Soy penosa. He mirado nuestras conversaciones dos o tres veces ya, he visto todas mis paridas, todos esos jiji que tanto odio. He visto todas las oportunidades que he tenido para decirte que me gustas y no lo hice. Todas esas veces en las que decías algo con lo que podía deducir que estabas vagamente interesado en mi y no las vi cuando debía.
Ahora me arrepiento.
He pensado en eliminarte, pero, ese pensamiento no ha durado dos segundos en mi mente. Es que no puedo. No consigo olvidarte tío. He dejado de hablar con varios tíos porque no me interesan.
¿Cuánto tiempo llevo así? ¿Con cuantas personas he hablado esto ya? Bastantes, y todas me han dicho lo mismo, que estoy enamorada. Pero no, no puedo estarlo, no quiero estarlo.
Joder. Me haces rayarme incluso en esta 'carta'. Aunque que me raye no es novedad. Produces muchas sonrisas en mi, pero también la mayor parte de mis rayadas, pienso en ser feliz, pero, entonces, te vas y me cortas las alas.
Joder, me estoy volviendo a rayar. Estoy pensando en lo duro que va a ser olvidarte. Y es que, cuando no estoy atenta al móvil, y me escribes y no te respondo, siento ganas de llorar. ¿Sabes? Quizás y solo quizás, si este enamorada de ti. Aunque ya es tarde para admitirlo, pues te voy a olvidar.
Paso de escribir más, se me esta yendo de las manos y las lágrimas empiezan a brotar.
Así que bueno, esta ha sido mi 'despedida', ahora solo queda pulsar el botón de enviar.
Te quiero, Iván.
Esto se me da fatal. No me gusta escribir mis decisiones. Al menos cuando no las tengo claras.
Tengo que advertirte que esto no es una carta de amor, ni una para darte las gracias por algo, esto es una carta de despedida.
Las odio, y sobre todo esta. Duele. Te tengo que olvidar, no voy a esperar más a ver si pasa algo, me he cansado de esperar. Intento olvidarte, intento no mirar más a ver si estas conectado en el chat, no, eso se ha acabado. He hecho lo que he podido, si no ha ido a más, no es por que yo no haya querido.
No me puedo despedir sin decirte antes todo lo que siento, así que, hay va.
Me gustas. Ya te lo he dicho. Todavía me gustas, y bastante. ¿Qué por qué me gustas?
Porque me has hecho sentir mucho en muy poco tiempo, sin apenas hablar y sin que seamos nada. Me gustas porque me sacas sonrisas con tonterías, porque me late el corazón a una velocidad increíble con un simple 'Hola'. Me gustas a pesar de que odio tus jijiji, me gustas a pesar de que la mayoría del tiempo me ignores. Me gustan tus gorras, tus aficiones, tus rap, tu pelo, me gustas al completo chico.
Te cuelas en mis pensamientos sin quererlo, me provocas sonrisas recordando tus palabras, por estar, estas hasta en mis sueños, en mis fantasías, y también en mis paranoias, te has adentrado en mi mundo, chico.
No sé como he llegado a este punto, me gustas demasiado. Has sobrepasado los límites que he impuesto.
Cuando hablo contigo me siento en una nube, no puedo parar de sonreír. Se me encoge el estomago y me olvido de respirar, cuando hablo contigo, me siento genial.
Cuando hablo contigo, rozo la felicidad, incluso cuando te despides, siento que puedo volar.
En cambio, ahora, estoy fatal. Mientras escribo esto miro en el tuenti a ver si estas. Soy penosa. He mirado nuestras conversaciones dos o tres veces ya, he visto todas mis paridas, todos esos jiji que tanto odio. He visto todas las oportunidades que he tenido para decirte que me gustas y no lo hice. Todas esas veces en las que decías algo con lo que podía deducir que estabas vagamente interesado en mi y no las vi cuando debía.
Ahora me arrepiento.
He pensado en eliminarte, pero, ese pensamiento no ha durado dos segundos en mi mente. Es que no puedo. No consigo olvidarte tío. He dejado de hablar con varios tíos porque no me interesan.
¿Cuánto tiempo llevo así? ¿Con cuantas personas he hablado esto ya? Bastantes, y todas me han dicho lo mismo, que estoy enamorada. Pero no, no puedo estarlo, no quiero estarlo.
Joder. Me haces rayarme incluso en esta 'carta'. Aunque que me raye no es novedad. Produces muchas sonrisas en mi, pero también la mayor parte de mis rayadas, pienso en ser feliz, pero, entonces, te vas y me cortas las alas.
Joder, me estoy volviendo a rayar. Estoy pensando en lo duro que va a ser olvidarte. Y es que, cuando no estoy atenta al móvil, y me escribes y no te respondo, siento ganas de llorar. ¿Sabes? Quizás y solo quizás, si este enamorada de ti. Aunque ya es tarde para admitirlo, pues te voy a olvidar.
Paso de escribir más, se me esta yendo de las manos y las lágrimas empiezan a brotar.
Así que bueno, esta ha sido mi 'despedida', ahora solo queda pulsar el botón de enviar.
lunes, 8 de abril de 2013
Besos que me muero por dar.
''... y entonces le dije que le amaba demasiado, como para dejarlo ir. El mundo se paró durante unos instantes. Vi como le brillaban esos ojos marrones que nunca me cansaré de ver, vi como se dilataban las pupilas. Pude captar esa sonrisa entre tanta oscuridad, brillas entre tantas tinieblas, y más ahora.
Das un paso en falso, me quedo quieta, no sé como actuar, los nervios me traicionan y lágrimas empiezan a recorrer mis mejillas. Esta vez no duda, da un paso, se acortan los centímetros que había entre nosotros dos. Pienso en que si estira sus brazos alcanzará mi rostro, y mientras lo imagino, lo hace. Me seca esas lágrimas que se han quedado rezagadas. El tacto con sus dedos me hace estremecerme, esto es lo que he soñado tantas veces esas noches en vela. Sujeta suavemente mi cara, con un tacto apenas imperceptible, pero sé que esta ahí. Se acerca, doy un paso en falso, se acerca más, dudo si acercarme yo también y acabo optando por quedarme en mi sitio, sonríe, me enamora.
Estamos a apenas dos centímetros, puedo escuchar su respiración nerviosa, él también la mía, y entonces, agacha un poco la cabeza... Y sí, me besa.
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