Ya hace varios días que no escribo nada, y echo de menos el blog, tener una página que aunque sea yo la que escriba, no sea mía. Echo de menos escribir de la misma forma que antes, echo de menos sentirme bien haciéndolo y que no me de dolor de cabeza. También echo de menos escribir más de 6 líneas y no comerme la cabeza para ver como seguir. El estrés es lo que tiene, la furia acumulada, y es que morderse la lengua no es bueno, nunca. Mi propósito para este 2013 es decir lo que pienso, pero los propósitos nunca se cumplen.
Mañana me levanto a las 6, pero, voy a escribir una carta para cada persona que me tiene hasta los ovarios.
Ya me harte, estoy cansada. Sí, otra vez estoy cansada, pero no tengo ganas de dormir, quiero comer y gritar, siempre gritar.
Han pasado las 6 líneas y no me cuesta demasiado, pero voy lenta, demasiado, las letras ya no fluyen solas, ahora son tímidas, ya no quieren salir, me dicen que es mejor guardarme las cosas para mi.
Que tiemble el mundo. Voy a cambiar, sé que puedo. Voy a engordar, voy a escribir, si puedo, a diario, y voy a escribir de todo, desde historias a poesías. No me voy a dejar intimidar por lo que piensen los demás, no me voy a preocupar más por el como me verán. Voy a cambiar, lo prometo. Que pena que nunca cumpla mis promesas.
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