martes, 12 de febrero de 2013

Cosas del pasado.


Hay miles de palabras, cientos de expresiones, muchos verbos, y adjetivos, a montones, pero este es uno de esos momentos en los que no sabes que decir.
Bueno, miento, tengo muchas cosas que decir, más de las que imaginas, pero el problema es, ¿por cuál empiezo? Empezaría por el principio, pero no tengo muy claro cual es, empezaría por el final, pero, ¿quién empieza por el final? Empezaría por cualquier otro lugar, pero no paro de preguntarme si eso serviría de algo. Nunca obtengo respuesta. Te preguntaría si me quieres, pero lo hice en mis sueños y respondías que no. Y si en mis sueños me dolió y sentí como si me diesen un puñetazo en el estomago, no quiero saber como sería oírlo en la realidad.
¿Mis sueños se equivocan? ¿O ya no me quieres?
Temo joder todo más de lo que ya lo he hecho, que ya es difícil.
¿Sabes? Temo a muchas cosas, y en muchos temores apareces tú, por ejemplo... Temo perderte para siempre, temo el momento en el que me olvides, temo quererte cuando no sé si tu lo sigues haciendo, temo que no creas mis palabras, temo que ni siquiera leas mis mensajes, temo llamarte y oír de nuevo tu contestador, temo oír un te quiero de tu boca y que la receptora no sea yo, temo un no te quiero tuyo, temo oír un lárgate de mi vida dicho por ti. Temo muchas más cosas, pero no te las podría decir. Eso sí, si te perdí para siempre, si me olvidas, si yo te quiero pero tú a mi no, si no me crees, si no lees mis mensajes, si no me vas a coger el teléfono, si le vas a decir un te quiero a otra que no sea yo, si no me quieres, si quieres que me largue de tú vida, si quieres simplemente perderme de vista, quiero que me lo digas, sin temor a hacerme daño, ya que dicen que para superar tus miedos hay que enfrentarse a ellos, tan solo espero que el día de mi enfrentamiento no sea pronto. 
No puedo evitar pensar que ya no estamos juntos... No podré darte tu tarde inolvidable... No podré darte nada de lo que ofrecía. No podré darte un beso, ni un abrazo. Ya nunca sabré que ves cuando miras a las nubes, ni si tienes pecas en la espalda, ni que golosina odias. Nunca podré callarte con un beso en una de esas discusiones tontas de quién quiere más al otro, ni podré acurrucarme en tu hombro con la excusa de que tengo frío, a pesar de que estemos en verano, nunca podré oír a tu corazón latir al son del mío, ni besarte bajo la lluvia. Ya nunca podré mirarte a los ojos, suspirar, y decirte tonto, ni podré mirarte de reojo y sonreír mientras pienso en lo mucho que te quiero. Me duele pensar que todos esos sueños que quería cumplir contigo se han ido por la borda, igual que te fuiste tú.
Siento que si digo algo más romperé a llorar, así que, será mejor despedirme, y dejarte este mensaje con la esperanza de que contestes con un Te quiero, aunque, con cada día que pasa, con cada minuto que se va, noto como esa esperanza se va desvaneciendo, y todo esto, se va convirtiendo en un sueño, otro que tengo por cumplir. Espero que este, sea contigo y no sin ti. Te quiero.

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