jueves, 26 de julio de 2012

Paranoias/gilipolleces que escribo.

Puedes comerte el mundo chica y sin embargo, mira donde estas llorando en ese asqueroso portal. Tranquila, ten paciencia, vete por ahí a pasar el día, se feliz. Se libre, busca tú príncipe aunque hayas dejado de ser una princesa. Corre, salta, vuela, has lo que deseas, en eso consiste el juego al que no sabes jugar. No, no te hundas, ¿recuerdas esas promesas, esas donde decías que no ibas a volver a llorar? ¿donde quedaron? Sí, sé que se las llevo el viento. Sé que la vida es una mierda, ¿como no voy a saberlo?, sé que no vale la pena vivir, ¿por qué hacerlo? pensarás. Hazlo por...  Bah, no lo hagas por nadie, ni siquiera hazlo por ti, solamente hazlo y fin. Sé que odias que te den ordenes. También sé que las cicatrices nunca curan y que siguen doliendo como la primera vez, que las lágrimas no se olvidan jamás, y que las malas rachas no se acaban así como así. Sé que siempre pasa algo malo, y que lo bueno se hace esperar, que llorar ha dejado de ser un desahogo, sé que no puedes hacer nada, y que tampoco lo intentas, sé que solo te dejas caer a ese lugar del que una vez lograste salir. Te entiendo, yo también deseo un botón que ponga reiniciar y pulsarlo por casualidad, pero las cosas serían demasiado fáciles ¿no crees? Sí, sé que no es un consuelo. Sé que es duro ver como ya nada importa, ni siquiera tú misma, sé lo que se siente al ver que lo único que te ayudaba se ha desvanecido, y las palabras han dejado de ser tus amigos. Sé que han desaparecido los motivos por lo que seguir aquí, pero no hay más opción que la de vivir.
Los amores se van, las amistades te traicionan, pero tú sigues fiel, llorando a solas, ¿por qué lo haces? esta es otra de tus preguntas sin respuesta. 

¿Donde están esos tiempos en los que la música te animaba, te hacía sonreír y te fascinaba? ¡No! No sé pueden haber ido con las promesas. Entonces... ¿y la ilusión? Oh, como no, el viento.
No voy a mentirte, la esperanza es lo primero que se pierde. Céntrate en algo, vive por y para la Revolución, al menos tú muerte serviría para algo. Ama el Rap y escribe aunque no te apetezca, hazlo por los pocos que te leen. Participa en la lucha armada, haz lo que sea, pero disfruta. Haz lo que te apetezca, quédate toda la noche despierta y ve el amanecer con el placer de un libro en la mano, aprende a tocar la guitarra, a disfrutar del pequeño placer. Aprende a sentirte libre. 

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