lunes, 23 de julio de 2012

Paranoias mías.

Mirad, ¿veis lo mismo que yo? Probablemente no, ya que no veo nada que merezca la pena. Pero eso no importa, no sé ni lo que digo, ni porque lo hago, si nadie me escucha, y si alguien lo hace, no me entiende.
¿Porque escribo entonces? Ya no me produce ningún tipo de desahogo ni satisfacción hacerlo, no busco ni consuelo ni que alguien me entienda, no pido  ni que me lean y escribo dos o tres veces al mes, y si escribo, no vale la pena leerlo. Así que, ¿porque escribo? Alguien me lo podría decir, porque yo no encuentro las respuestas necesarias, ni en esta pregunta, ni en ninguna otra.  

2 comentarios:

  1. Escribes por un impulso que te hace hacerlo, por la necesidad de saciarte de palabras de tu puño y letra. Escribes sin razón y a pesar de que a ti te parezca que no tienes motivación ni inspiración la tienes, muy en el fondo te inspira todo lo que ves, oyes, lees. Y te motiva el simple hecho de que tal vez, algún día, tu puedas prosperar.

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    1. Puede que sea así María. Pero, dudo que algo de lo que oigo o veo me pueda inspirar, no quiero que mis textos estén repletos de la falsedad que veo cada día. Leer, sí, quizás eso si me inspira, pero no sé como transmitirlo a el papel, no sé como puedo plasmar la mitad de lo que pienso. Dudo que pueda prosperar en esto de la escritura, o en general, te lo digo sinceramente.
      Gracias por tus palabras.

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