Eras un paraíso, eras la perfección con ojos marrones, eras ese chocolate caliente en esas mañanas tan frías, eras ese café en noches largas, siempre has sido lo que necesitaba. Eras un oasis. Tenías ese toque romántico, esa sonrisa maliciosa, ese pelo rizado y esa perilla, joder, si pudiera besar esa perilla...
Eras como un oasis de perfección, tenías agua en medio de un desierto, tenías esa hamaca en el único lugar de sombra del planeta cuando quería dormir, tenías esa sonrisa cuando todo iba mal, tenías todo lo que necesitaba para salvarme pero me acerqué demasiado. Se veía venir, solamente pasó lo que pasa con los oasis cuando llegas a ellos, te das cuenta de que es una ilusión, de que no existen. Te das cuenta de que esa perilla ha desaparecido, que el romanticismo era una mentira y que esa sonrisa maliciosa no era por ti.
Y ya no quiero ir a bañarme en tus ojeras, ya no quiero contar tus costillas cada noche para ver si yo soy tu Eva, ya no quiero hacer una sinfonía con nuestras respiraciones acompasadas, no quiero que nuestros cuerpos encajen ni saber la melodía que hacen tus manos por mi espalda... Ya no te quiero chico, por favor, sé un buen oasis y desaparece.
No hay comentarios:
Publicar un comentario