jueves, 7 de junio de 2012

¿Para qué luchar?

Vosotros, nuestro alrededor, desde los seres más queridos a amistades sin sentido, todos ellos nos dicen que luchemos por nuestro futuro. Que el mundo dentro de unos años va a ser nuestro, que debemos luchar por él, que debemos cambiar las cosas. Pero, no puedo evitar pensar que están haciendo ellos para cambiar SU mundo, simplemente, se sientan en el sofá a ver la Eurocopa, y sí, están cambiando el mundo por improbable que parezca, lo dejan más asqueroso de lo que es. No sé como hay gente que pasa de lo que esta pasando, lo rechaza desde que se lo nombras, ¿Como pretendéis cambiar el mundo así?
Nos decís que luchemos pero nos prohibís ir a las manifestaciones porque ''nos dan de palos''. Sabéis, en las grandes guerras, siempre sale alguno herido para que puedan ganar o perder, y estoy dispuesta a sacrificarme con tal de que se lleve a cabo, pero por vuestro Dios,
no me pidáis que luche, desde un sillón.
 Si queréis que luchemos, levantaos, y hacerlo con nosotros. 

El camino.

Has elegido este camino, podrías haber sido completamente feliz, sin ningún motivo, nin nada que te deprimiese, pero no elegiste ese camino, has preferido abrir los ojos, puede parecer bueno, lo sé, pero todo lo contrarío. Perderás amistades, novios, familiares, perderás todo lo que te importa y eso no será suficiente. Quieres cambiar el mundo, es tu sueño, pero ante la desesperación de no conseguirlo, se convertirá en una pesadilla. Has decidido ser consciente de lo que pasa, te compadeces de los ignorantes que viven en su burbuja, pero con el paso del tiempo, desearás ser como ellos.
Has elegido conocer la sociedad, sus fallos, los acabarás odiando, te lo aseguro. Has elegido desear cambiarlos, te vas a dejar la piel en ello para nada. Has cometido un error querido amigo, vas a perder amistades por defender una opinión, te vas a convertir en un lobo feroz, y ellos serán las pobres ovejas en este cuento que no acabará bien.
Ahora, decide que camino elegir. 

sábado, 2 de junio de 2012

Desconocido.

Ni te conocía, solo por una mirada furtiva y una misera sonrisa me habías impresionado, cada vez que iba al instituto te veía y  la sonrisa se convirtió en costumbre. Cada vez que se acercaba el momento de verte, aunque solo fuese hasta que arrancase de nuevo la guagua, me hacía feliz. Cada día, una nueva sonrisa, cada día, me impresionabas querido desconocido, solo ansiaba conocerte. Pero, como todo, cuando más te deseo, desapareces. Y un mes después, me sigo preguntando, ¿Porque has desaparecido, querido desconocido?
¿Porque lo has hecho justo el día en el que decidí intentar conocerte más?
Adiós querido desconocido.