Buscando la inspiración divina, no tengo nada más que hacer, miro por el cristal pero no hay nada que me inspire. ¿Y qué paso con el dolor? Hoy no esta. Lo de 'donde duele, inspira' hoy no tiene sentido. No me encuentro mal, me encuentro normal, supongo que bien, pero estoy perdida, como siempre.
Sigo aquí, esperando a mi príncipito, ese que me guié que me alegre el resto de mis días, siempre he sido muy soñadora, de ahí vienen tantas desilusiones.
Las notas en el móvil descienden, desde el 29 no tengo nada nuevo allí, las 58 notas se quedaron estancadas. Miro las primeras, no tienen ni punto de comparación con las últimas, voy de mal en peor. Antes eran más largas, más originales, me gustaban más. ¿Ahora sobre que escribo? Sobre tíos, sobre que no sé que escribir y más tonterías diversas. Borro y rehago, intento evitar las palabras malsonantes, un texto mediocre se convierte en malo con palabras como 'mierda' o 'puta'. No sé ni lo que escribo, empece buscando la inspiración y acabo intentando deducir cual fue mi problema, mi problema fue mis paranoias, esa pequeña manía de decir que todo lo que escribía eran paranoias, eso me afecta.
Se me caen los parpados, escribo con el dedo meñique levantado, no tiene nada de relevante, pero lo diré igual.
El texto ya se ha convertido en malo, muy malo, no me voy a molestar en volver a leerlo, ¿para qué? Son tan solo gilipolleces que no merece la pena leer.
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